Antes
de iniciar el trabajo, invite al niño a recordar que se hizo en la clase
anterior (competencias ciudadanas).
ACTIVIDAD 2
Luego de iniciar la actividad de pre saberes,
nos disponemos a leer el cuento, es recomendable hacerlo en un lugar cómodo y
empleando buena pronunciación en las palabras y signos de puntuación, primero lo
hace el niño y luego el adulto nuevamente leer para mayor comprensión.
Barón y el niño que estaba triste.
Cuento
corto sobre las emociones
El niño protagonista del cuento 'Barón y el
niño que estaba triste' un día comenzó a sentirse muy desdichado. No tenía
ganas de reír, ni de jugar con sus amigos... Su perrito Barón hará todo lo
posible para averiguar qué es lo que pone triste al pequeño. ¿Lo conseguirá?
Vamos a leer el cuento para descubrirlo:
Barón tenía las patas anchas, el hocico
marrón y las orejas muy grandes; era un perro muy alegre que siempre estaba
moviendo la cola, y el único de la casa que en los últimos meses lograba sacar
una sonrisa al pequeño. Lo encontraron abandonado dentro de un contenedor de
basura y se lo llevaron a casa con tan solo unos días de vida; desde entonces
se convirtió en el mejor amigo de juegos de Elías.
Últimamente Elías siempre estaba triste. El
niño sabía que algo le pasaba, pero era incapaz de explicarlo, y eso lo hacía
sufrir terriblemente. Tenía una opresión en el pecho y sentía que a veces se
ahogaba, pero no sabía cómo contárselo a sus padres.
- ¿Qué te pasa cariño? - le preguntaba
preocupada su madre.
- ¡Puedes confiar en nosotros! - le repetía
una y otra vez su padre; pero Elías era incapaz de explicar lo que le sucedía,
aunque en su interior pedía a gritos que lo ayudaran.
El perro daba grandes lametazos a Elías
cuando lo veía triste para consolarlo; pero el niño lo apartaba de su lado
encerrado en su mundo.
Al poco tiempo Barón amaneció enfermo; se
quejaba lastimeramente y no abría los ojos. Elías y sus padres preocupados lo
llevaron enseguida al veterinario.
- Barón no tiene ninguna enfermedad que le
cause estos trastornos - dijo muy seguro de sí mismo.
Los tres lo miraron ansiosos esperando que
les dijera qué le pasaba a Barón.
- Este perro está muy triste, hay algo que lo
hace sentir así - sentenció el veterinario.
Los tres se quedaron muy callados, y de vuelta
a casa, Elías con Barón en sus brazos iba llorando en silencio en el sillón
trasero del coche.
Elías se dio cuenta de lo que pasaba y quiso
ayudar a Barón; lo acariciaba y abrazaba constantemente, y eso hizo que los dos
se sintieran mejor.
Un día Elías agarró una pelota y se la lanzó
al perro; hacía mucho tiempo que no jugaban juntos. Empezaron a corretear por
el jardín como antes, y Barón comenzó a mover la cola, mientras que Elías, ante
la felicidad de sus padres soltaba alguna carcajada de vez en cuando.
Con el tiempo, de igual manera que entró la
tristeza en sus vidas, sin que apenas se dieran cuenta, también entró la
alegría en sus corazones.
Tras leer este cuento sobre las emociones de
un niño y su perro, te proponemos una serie de preguntas que puedes plantearle
a tu hijo para que reflexione sobre el tema:
- ¿Cómo te sientes cuando estás triste? ¿Y
cuando estás alegre?
- ¿Te acuerdas de alguna vez en la que hayas
estado triste? ¿Y alguna en la que hayas estado alegre?
- ¿Crees que cuando un niño está triste tiene
ganas de cantar y jugar con sus amigos? ¿O le apetece más cuando está contento?
- Una pregunta más complicada: si la tristeza y la alegría fueran colores, ¿cuáles crees que serían?
Represéntalos con vinilo
en una hoja en blanco. Si deseas puedes hacer figuras con el color que elegiste
según la emoción o solo pinta la hoja.
¡No
olvides usar toda tu imaginación y creatividad!
Escribe en tu cuaderno como título: número de la semana y asignatura,
por ejemplo:
SEMANA 23
ÉTICA
Las respuestas a las preguntas en el cuaderno
y foto para tu obra de arte.
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